Manifestaciones culturales

La cultura chavín tiene como expresión artística propia el desarrollo de una serie de manifestaciones arquitectura, escultura y cerámica, de otro lado, los pobladores de Chavín también trabajaron algunos metales como el oro la plata y el cobre, la piedra, la madera, el hueso y las piedras preciosas. La piedra fue empleada en la construcción de viviendas, esculturas y la fabricación de utensilios como vasijas, batanes y morteros. Usaban la madera y el hueso en la fabricación de lanzas, espátulas, puñales y armas arrojadizas. Y con las piedras preciosas como el cuarzo, el lapislázuli y el azabache, hacían espejos y multitud de objetos de adorno.

La orfebrería 

Modelaban mediante el martillado y el repujado, confeccionando diademas, brazaletes, aretes, orejeras, cuentas de collar y pequeños adornos. Algunas muestras de estos trabajos fueron halladas en Chongoyape y Kuntur Wasi. La alta ley del oro hace suponer que procedían de los lavaderos de los ríos amazónicos.





Textilería

Utilizando como materia prima el algodón y la lana, se hacían tapices y tejidos. Estos podían ser simples, bordados y con adornos a base de orlas y flecos. En la costa, según Julio C. Tello "aparecen vestigios de hilandería y textilería, como piruros del huso y fragmentos de tejidos de lana y de algodón. Estos son de técnica primitiva a base de red de malla, gasa, acordonado, anudado, trenzado, calado, etc., según las muestras encontradas en las cavernas de Cerro Colorado en Paracas, un trozo anudado procedente de las tumbas de Cerro San Pedro de Ancón y multitud de objetos de cestería y petatería". Otro tejido encontrado en Ica es la tela pintada donde se observan los personajes religiosos de la cultura chavín que, según algunos arqueólogos, sería un catecismo destinado a difundir el culto religioso de aquella cultura.



Cerámica chavín

La cerámica fue muy extraordinaria. Es generalmente monocroma, en algunas ocasiones es decorado con colores rojo y negro-plata. Se añade una serie de puntuaciones. Entre los seres más representados figuran: seres zoomorfos, fitomorfos y antropomorfos, como tuberculos, felinos, monos, lagartos, serpientes y aves. Los colores más usados fueron: gris, marrón y negro.


Existen dos clases de cerámica chavín:
  • Cerámica utilitaria: para el uso común de la gente del pueblo.
  • Cerámica ceremonial: para las prácticas rituales.
Existen dos estilos a saber:
  • Estilo Chavín de Huántar, el cual comprende dos fases:
    • Época rocas. Cuyas características son: forma globular, base plana, asa estribo terminando en pico, además de vasijas y tazones de hasta 50 cm de diámetro.
    • Época ofrendas. En esta fase los golletes (cuellos) son más delgados y su forma es acampanulada.
  • Estilo periférico. El más conocido es el Cupisnique tiene la forma de cántaros globulares con base plana y un arco que remata en un tubo recto.
                                                              







Escultura Chavín

Sus características generales es que fueron hechas de piedra (arte lítico) con énfasis religioso. Las esculturas más relevantes son los monolitos y las cabezas clavas.


Lanzon Monolitico

El Lanzón monolítico(dios irritado). Se encuentra en la parte céntrica del Templo Antiguo, dentro de un crucero que está debajo de la tierra, en el complejo arqueológico de Chavín de Huántar. Posee rasgos antropomorfos y zoomorfos, como los cabellos y cejas en forma de serpientes, la boca con dos grandes colmillos y las manos con garras felinas. Esta escultura mide 5m de altura y está clavado en el medio de un espacio reducido de forma cuadrangular.



Obelisco Tello

Obelisco Tello (dios hermafrodita). El Obelisco Tello es una escultura lítica de 2,52 metros, esculpido en las cuatro caras. Representa a una divinidad compleja: la unión de dos caimanes. En toda su superficie se representan multitud de otros elementos: hombres, aves, serpientes, felinos y plantas (calabaza, ají, maní, yuca, etc.). La fama del Obelisco Tello es atribuible a la riqueza iconográfica chavín que contiene; el obelisco es la figura iconográfica más compleja de los objetos de la cultura chavín. El arte chavín es básicamente naturalista, y los temas principales son los seres humanos, aves, serpientes, felinos, otros animales, plantas y conchas. Formas idealizadas de estos elementos están cubiertas con abundantes elementos más pequeños, a menudo como sustitución metafórica de partes del cuerpo en el Obelisco Tello.



Estela Raimondi

Estela Raimondi (dios Wiracocha, dios de dos báculos, dios de dos caras): La Estela Raimondi es un monolito de la cultura chavín. Esta hecho de granito pulido de 1,98 metros de lado por 0,74 m de ancho, tallado en solo una de sus caras. Representa a un dios con rasgos felínicos con los brazos extendidos sosteniendo en cada mano una vara o báculo. Esta representación aparecerá en otras esculturas de culturas andinas preincaicas posteriores a la cultura chavín: conocido como Viracocha o la “Divinidad de los dos Báculos”. Actualmente se conserva en el patio del Museo Nacional de Arqueología Antropología e Historia del Perú. Este monolito recibe el nombre como homenaje al geógrafo italiano Antonio Raimondi quien llevó la estela a Lima para estudiarla y conservarla. Según el DRAE una de las acepciones de estela significa monumento conmemorativo que se erige sobre el suelo en forma de lápida, pedestal o cipo.


Cabezas Clavas

Las Cabezas Clavas son representaciones del dios jaguar y son de distintos tamaños y presentan en todos los casos una estructura alargada en su parte posterior a través de la que son insertadas como un clavo en los muros destinados a su exposición. En unos casos presentan rasgos antropomorfos y en otros felínicos, al estilo de la figura del Lanzón: “boca atigrada” con colmillos, agnática es decir sin mandíbula y cabello capilar convertido en serpientes. Función de las cabezas clavas: Algunos investigadores afirman que servían como fieros guardianes de los templos, o posiblemente servían para ahuyentar a los malos espíritus, según Julio C. Tello, representan cabezas trofeos de sus enemigos, costumbre muy arraigada en las zonas selváticas, por ello se le atribuye a la cultura chavín orígenes selváticos, otros estudios piensan que podrían ser retratos de los sacerdotes chavines (ritual religioso en donde los sacerdotes se convertirían en felinos). También sirvieron para defender los templos de los invasores, porque se ha estimulado que tenían una coordinación con el sol, que hacía posible que entrara el sol por los ojos de las cabezas clavas, hiciéndolas parecer almas o espíritus.